Los hermanos Bobby y Peter Farrelly llevan tiempo con una idea metida en la cabeza: hacer un remake de Los tres chiflados, pero por más que lo intentan siempre hay algo que paraliza la producción. En este caso, como informan desde MTV, es el abandono de Jim Carrey, que en un principio iba a interpretar a Curly. Los que sí parecen estar fijos en el reparto son Sean Penn como Larry y Benicio del Toro como Moe.
A pesar de la salida de Carrey, los Farrelli siguen con la idea de producir el remake de la mítica serie de los años 30. Según el propio Carrey, su abandono se debe a que para él, su personaje "está muerto, al menos para mí. Realmente no me gusta hacer nada a medias, y no me siento con fuerzas para ponerme gordo". En este sentido el actor canadiense se refirió al papel que tuvo que interpretar Robert de Niro en Toro Salvaje, y para el que tuvo que engordar 15 kilos. "Cuando Robert lo hizo fueron 20 ó 30. Para mí ahora es muy difícil, y no me gustaría tener un paro cardíaco", a lo que añadió que "No sería bueno estar todo el día con Sean Penn y Benicio Del Toro dándonos bofetadas en la cabeza. Alguien podría perder un ojo. Sería como El expreso de medianoche. Sería horrible”.
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