lunes, 14 de febrero de 2011

"Pa negre", la gran triunfadora de los Goya

La 25 edición de los premios Goya pecó de repetitiva. Así lo demostró la presentación de Andreu Buenafuente, que aunque con chistes más renovados se mantuvo en la línea del año pasado. Quizás lo que más cabe destacar es su posicionamiento contra el petardo que se coló en la gala en el momento en que se iba a entregar el Goya al mejor actor, y que le puso la barretina a la famosa estatuilla. Aunque la política de los medios de no hacer propaganda de estos cantamañanas estuvo muy acertada, y salvo cuando ya se hizo inevitable enfocar al susodicho lo mantuvieron fuera de las pantallas.

Pero espectacularidades a parte, la gran triunfadora de la noche fue sin duda Pa negre, de Agustí Villaronga, que se llevó 9 Goyas de los 14 a los que estaba nominada, entre ello Mejor Director, Mejor Película y Mejor Actriz. El Goya al Mejor Actor se lo llevó Javier Bardem por Biutiful, que dedicó el premio a su madre, a su mujer y a su hijo.

Menos suerte tuvieron Alex de la Iglesia y su Balada Triste de Trompeta (2 Goyas de 15 nominaciones), Rodrigo Cortés con Buried (3 Goyas de 10 nominaciones) e Icíar Bollaín con También la lluvia (3 Goyas de 13 nominaciones).

Especialmente emotiva fue la entrega del Goya de Honor (que este año recogió Mario Camus), la del Goya al Mejor Documental (que cayó en Bicicleta, cuchara manzana, la historia del alzheimer de Pascual Maragall) y el discurso de despedida del presidente de la Academia de las artes y las ciencias cinematográficas de España Álex de la Iglesia, que defendió hasta el último momento su postura contraria a la Ley Sinde.


En definitiva, una gala muy estándar para tratarse de la celebración del 25 aniversario de los Goya aunque, eso sí, con las más modernas tecnologías y la participación de múltiples actores de reconocido prestigio en nuestro país.

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